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martes, 28 de febrero de 2017

Semana Santa en San Miguel de Allende


Una tradición muy arraigada que data del año 1531, las procesiones se hacían con el objetivo de evangelizar y más adelante el padre Luis Felipe Neri le dio realce al festejo por las penitencias que hacía cada Viernes Santo, desde el Santuario de Atotonilco al ahora Oratorio de San Felipe Neri. 


La penitencia la hacía en solitario, con una corona de espinas en la cabeza y una cruz de en la espalda.






La Semana Mayor empieza con ésta emblemática tradición que sigue hoy en día, en donde una semana antes los feligreses se dirigen al Santuario de Atotonilco, donde se encuentra la imagen del Señor de la Columna y en la madrugada se la pasan en peregrinación, en donde al llegar a la ciudad las imagenes son recibidas con una misa, pirotécnia, arreglos florales y tapetes de colores.




La tradición se vive y se siente con más fuerza cada día que pasa de la semana, el Jueves Santo se celebra una misa donde en la escenificación Jesús les lava los pies a los Apóstoles como mensaje de servir a su prójimo, después se realiza la visita a las siete casas donde todos los templos en los cuáles está expuesto el Santísimo Sacramento de la ciudad, lucen sus mejores adornos y arreglos para impresionar a los visitantes.





El Viernes Santo se lleva a cabo el Santo Encuentro a medio día, donde se hace una representación del encuentro de Jesús cargando la cruz con su madre la Virgen María.




A las 5 de la tarde del Viernes en un ambiente de luto, la procesión del Santo Entierro comienza desde el templo de San Felipe Neri, los devotos llevan vestimentas contemporáneas y predominan los colores morados y negros. Durante la procesión se entonan cánticos como el Christius Factus entonado por un coro de niños sanmiguelenses y música sacra.







El Sábado de Gloria se realiza por la noche y los feligreses llevan velas en conmemoración al Fuego Nuevo




 Para culminar con la tradición de Semana Santa, el Domingo de Resurreción se lleva a cabo la quema de figuras de cartón llamados Judas en el centro de la ciudad.






miércoles, 22 de febrero de 2017

San Miguel de Allende, (un poco de su origen)



Es una ciudad ubicada en el estado de Guanajuato, México.  Se fundó en 1542 por el franciscano  Fray Juan de San Miguel, quién le dio el nombre de San Miguel el Grande. Fue un punto muy importante en el "Antiguo Camino Real". El cual era una ruta que conectaba las principales ciudades mineras de la Nueva España y que respresentaban gran parte del sustento económico de la Corona Española.



Se destacó por ser la cuna de la Independencia de México en 1810, personajes importantes de éste acontecimiento histórico nacieron aquí, como Ignacio Allende, los hermanos Aldama y Juan José de los Reyes Martínez (El Pípila).




En los años 50 San Miguel se convirtió en un lugar turístico nacional apreciado por su gran belleza arquitectónica colonial, su tranquilidad y sus fuentes de aguas termales.


Vista desde la calle Recreo al Templo de la Tercera Orden


Poco después varios norteamericanos veteranos de guerra comenzaron a llegar,  por ser un lugar pacífico y con un clima excelente, además de que el Instituto Allende incorporado a la Universidad de Guanajuato, ofrecía reconocimiento en Estados Unidos así que sus familias permanecían largos peridos en ésta ciudad. 








En Julio del 2008 se convirtió en Patrimonio cultural de la humanidad Bajo el título de "Villa Protectora de San Miguel el Grande y Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco", la distinción se le dió debido a su gran aporte cultural y arquitectónico al Barroco mexicano y a su importancia en la lucha de Indepencia de México.




Parroquia de San Miguel Arcángel


Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco